Google Public DNS quiere ser el servidor DNS elegido por los usuarios y, para ello, se propugnan como muy rápidos y seguros. Con la infraestructura de la que disponen es fácil ser muy rápidos y por lo que respecta a la seguridad también han implementado una serie de medidas para que el servicio no se vea afectado.
Configurarlo es tan sencillo como ir a las preferencias de red de nuestro ordenador y utilizar los servidores 8.8.8.8 y 8.8.4.4. Eso sí, mejor probarlo bien antes de convertirnos en clientes habituales de este servicio para ver si la velocidad ofrecida es mejor o peor que la que nos da nuestro ISP.
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